“…Las utopías consuelan; pues si no tienen un lugar real, se desarrollan en un espacio maravilloso y liso; despliegan ciudades de avenidas, jardines bien dispuestos, comarcas fáciles, aun si su acceso es quimérico. Las heterotopías, inquietan, sin duda porque minan secretamente el lenguaje, porque impiden nombrar esto y aquello, porque rompen los nombres comunes o los enmarañan, porque arruinan de antemano la “sintaxis” y no solo la que construye las frases –aquella menos evidente que hace “mantenerse juntas” una al lado o frente de otras- a las palabras y alas cosas. Por ello, las utopías permiten las fábulas y los discursos: se encuentran en el filo recto de lenguaje, en la dimensión y fundamental de la fábula…” ~Michel Foucault~
“La Fábula Inconclusa”, nueva obra visual del artista chileno Andrés Ovalle se exhibió el 16 de noviembre al 16 de diciembre del 2004 en Graham Gallery de Boricua College en 9 Graham Avenue, Brooklyn. Esta secuencia de imágenes y textos en cuatro impresiones digitales sobre vinilo que miden 9, 5 x 4,5 pies despliegan imágenes que se desarrollan dentro de la fábula donde se explora de manera simbólica las contradicciones de llegar a la esencia compleja de la verdad dentro de conflictos bélicos como la guerra en Irak. Andrés utiliza arquetipos como el zorro, la paloma, el halcón y el dragón entre otros para representar de manera metafórica personajes confusos, conflictivos y amenazantes.
Pero esta exhibición no se lee como un cuento de niños, más bien guía al observador por un laberinto de preguntas y conceptos que quedan abiertos a la interpretación e imaginación. No ofrece respuestas, sólo interrogantes que dejan al publico sumido en sus propias dudas. Esta es una obra conceptual, cuyo vehículo es la imagen trabajada desde el surrealismo, además de dos objetos (una jaula de pájaro donde yace una paloma ¿dormida? Y una pierna de maniquí pintada y vendada que lleva el nombre “Naciones Unidas”) y tres pinturas en técnicas mixtas sobre tela.
Andrés Ovalle es un artista y diseñador graduado de la Universidad de Viña del Mar, Chile. En su obra visual investiga el lenguaje de pasadas civilizaciones, concentrándose en las culturas pre-colombinas y sus legados testimoniales en el trabajo de textiles, el arte de cavernas, jeroglíficos y cerámica. Andrés también ha estudiado el lenguaje grafico de las culturas iberoamericanas de los siglos XV-XVII, su heráldica, alquimia y cartografía. El artista ha moldeado sus secuencias visuales en diferentes técnicas a través de medios mixtos en pintura en los cuales mezcla oleos, gouaches, acuarelas, serigrafía, y otros tratamientos modernos de la imagen.
Para Andrés, la cosmovisión del artista primitivo, y su conocimiento intuitivo son importantes para comprender la historia, la memoria y el futuro de la raza humana. Sus estudios en diseño gráfico le han permitido desarrollar un vocabulario mítico dentro de un contexto moderno. Es un artista prolífico cuyo trabajo ha sido reconocido por el gobierno de Chile en Washington D.C. y en las embajadas de Chile en la ciudad de Nueva York.En estos momentos Andrés está trabajando en múltiples medios y técnicas. Tiene programadas otras exhibiciones en San Francisco, Dallas y Nueva York.
¿Porque escoges la pintura para expresarte artísticamente?
En un principio se trataba de un juego, una exploración o tal vez de un habito que venia arraigado en mi inconsciente desde niño y después con el tiempo nace la decisión de querer ser pintor o más que pintor, artista. Es una vocación que te empuja a un estilo de vida, pues te manejas en otras coordenadas distintas al común de la gente, en función del dinero, prioridades y ambiciones.
¿Quiénes son las personas que más han influido en tu vida?
Principalmente la familia, en términos de apoyo moral, y la gente que en mi entorno ha estimulado mi creatividad. Después más adelante los maestros que me incentivaron la curiosidad por aprender, desarrollarme y despertaron la necesidad de intuir.
¿Qué pintores te han influido?
Hay mucha herencia del surrealismo: Magritte y Miró, entre otros. También mi visión va más allá de entender el arte clásico o académico; he profundizado en el arte primitivo, en diferenciar su vocabulario y las distintas formas de representarse en distintas partes del orbe, con una cosmovisión para entender el hombre contemporáneo inigualable y actualizado.
¿Qué pretendes alcanzar en tu propuesta dentro del arte?
Transformar mi entorno a través del arte. Un grito de libertad en la cotidianidad. Una búsqueda comparada a los alquimistas, como la transformación que estaban buscando ellos, cuando a un metal lo convertían en mineral a través de formas químicas para luego llegar a la piedra filosofal. En el fondo es un camino de auto transformación y de conocimiento. Pero más allá de eso esta lo social, de lo cual uno no se puede escapar, sobretodo en el contexto histórico actual, donde se tiene que asumir una voz ante tanta negligencia y por otra parte es una necesidad estética de poder llegar a la perfección de la materia.
¿Por qué en tu pintura hay una connotación muy fuertes ante la violencia y la guerra en particular?
En efecto, la exposición que se presento en Boricua Collage, “La Fábula Inconclusa”, apunta a una visionar por la paz. Los símbolos y aristas manifestadas allí, revelan la complejidad cultural, política y económica de nuestra época. Trato de mostrar de manera simple una complejidad, una reflexión a la búsqueda de la creación de un mundo en el cual podamos ser capaces de vivir con todas nuestras diferencias. Tener la habilidad de poder explicarle al niño interno que cada uno llevamos adentro, que existe solo un camino para vivir en armonía. La paz.
¿Cómo ves Latinoamérica con relación al arte?
Creo que la escena latinoamericana se tiene que renovar, tiene que haber una renovación profunda desde abajo. Latinoamérica es un pulmón viviente de imaginación, es una semilla que esta constantemente gestando magia, por su propia herencia mítica. Sin embargo me arriesgo a decir que el realismo mágico como movimiento ya hace mucho tiempo que se derrumbó y los artistas del continente debemos ser capaces de trazarnos una retrospectiva de nuestra memoria e investigar las otras culturas del planeta, sin complejos, para poder entonces establecernos en una escena más propia y poder sustituir los cánones que están establecidos contemporáneamente.
¿Cuál es tu percepción de la ciudad de Nueva York?
Nueva York, Es una gran hormiga atravesando un
infinito sendero. Es en definitiva la capital del mundo, del imperio, la nueva Roma. La Babilonia antigua, con todos sus vicios y encantos; por un lado es bella e inimaginable, pero por otra parte es una fruta amarga. Veo a la Nueva Roma, vinculada a la transformación, ya que cuando las personas vienen ella, se transmutan.
Tiene una escala desproporcianal en relación del cuerpo humano y el espacio, los edificios y halls son extremadamente grandes, hay una mesura matemática que invita a trabajar en términos plásticos y visuales. En términos personales, veo a la ciudad de NY, como algo que hay que cautivar, despojarle energía y conocimiento.