Desde el sur del mundo, sin fronteras

Joe Vasconcellos es uno de los músicos más controversiales y populares de Chile. Sus letras son directas y hablan de lo que pasa en el mundo. Un maestro que ha conquistado países como Suecia, Canadá y Estados Unidos. Con ocho discos a su favor, este budista que le compuso la canción official de la visita del Dalai Lama a Chile el año pasado, se presentó en Nueva York el 27 de julio como parte del JP Morgan Chase Latino Cultural Festival de Queens. Joe le habló a Elizabeth Castro de NYRemezcla sobre su más reciente disco, Destinos, y confiesa tener un contacto muy cercano con su público que se encuentra fuera de Chile.

NYRemezcla: Cómo le describes tu música a la gente que después de todos estos años todavía no te conoce?

Joe Vasconcellos: Es una música muy multicultural ya que yo me considero mucho eso, yo soy hijo de chilena con padre brasileño. LLevé una vida muy entretenida viajando por el mundo y tengo amigos japoneses, coreanos, tailandeses, etc. Cada uno de ellos los llevo en mi corazon y la unica manera de yo poder comunicarme con ellos es a través del arte. Mi música parte de Chile. En Chile la gente no tiene acceso a todo tipo de música; a medida que yo viajo por el país le voy contando a la gente los distintos tipos de ritmos que hay en el mundo. Si yo no se los muestro es difícil que la gente sepa lo que hay afuera. Hay que tomarlo con ese cariño, con esa perspectiva que es una música hecha realmente desde el sur del mundo, con muchas ganas de comunicarse con el planeta y a través de la música mandarle un mensaje que nos toque a todos.

NYR: Cuéntanos más de tu último trabajo, Destinos.

JV: Es un disco en el cual mucho de los temas fueron compuesto por la banda, yo entré con las melodías y las letras. Fue un resultado de mucha amistad y tiempo de trabajo, es un disco absolutamente “worldbeat.” A mi lo que me fascina es que el “worldbeat” no tiene competencia. Realmente lo que más nos motivó en este disco fue la cumbia. En todos estos viajes que hemos realizado sobre todo en los Estados Unidos y Canadá. es impresionante la transformación de la gente al tocar una cumbia. La cumbia tiene esa cosa maravillosa que no la tiene la samba o la salsa. La cumbia ha permitido que cada uno de los pueblos Latinoamericanos la bailemos como nosotros la pintamos y la hagamos de nuestra forma. Cuando sale una cumbia, somos todos hermanos.

NYR: Viviste en muchos paises: Japón, China, Italia y distintos países de Latinoamérica ¿Por qué te quedaste en Chile?

JV: Yo nací en Chile y a los tres años me fui del pais y nunca más volvi. Mis afectos siempre estuvieron en Brasil y Chile por ser los paises de mis padres. Cuando viví en Brasil y trabajaba como músico, ya tenía mi primer disco como solista y quería hacer algo con él. Justamente en ese tiempo caía el régimen de Pinochet y llegaba la democracia. En Brasil las cosas no estaban muy bien y yo sentía que mi trabajo se estaba volviendo cada vez más digno, y por otro lado, había ese sentimiento hacia Chile e incluso ya había trabajado con un grupo llamado Congreso”. Yo queria que la gente aceptara mi música en Chile. En este momento yo viajo por el mundo como un artista chileno y me siento chileno. Pienso que Chile es un pais muy joven y yo lo veo como a mi hijo.