Una Colombiana en Nueva York

Read more
Hace poco más de una década, la cantante colombiana Lucía Pulido decidiódarle un giro a su carrera y emprender nuevos rumbos. Estableciéndose en la mítica e internacional ciudad de Nueva York, ha podido dar a conocer su música desde los distintos tipos de escenarios que ofrece esta, la capital del mundo.
Una vez asentada en la Gran Manzana, Lucia ha desarrollado un trabajo de experimentación a partir de la rica tradición musical colombiana. En la búsqueda de nuevas posibilidades expresivas, ha incorporado diferentes elementos provenientes de otros estilos (jazz, música contemporánea, música de cámara), los cuales han dado origen a diferentes proyectos.
Este 30 de junio Pulido estará tocando en Satalla y se presentará con el grupo local Pachá en Prospect Park el 14 de julio abriéndole a Ozomatli. Por más de trece años   “ mucho antes de partir hacia el norte   “ Lucia conformóel dúo “Iván y Lucía” con el cantante y compositor Iván Benavides, miembro del proyecto musical Sidestepper, una muestra de la escena musical electrónica hilvanada con sonidos de la percusión colombiana. Benavides también se ha distinguido como compositor y productor de éxitos musicales como La Tierra del Olvido, pieza discográfica lanzada a la fama por el también colombiano Carlos Vives. De ese dúo nacen producciones discográficas como Iván y Lucía (1986), Entre el Sueño y la Realidad (1989) y Arcanos (1991), realizando giras por España, Inglaterra, Colombia y Ecuador. En 1996 en colaboración con Benavides y el pianista Héctor Martignon, graba el primer trabajo de su etapa “neoyorquina”: temas originales y tradicionales arreglados para un ensemble que toma elementos del “latin jazz” y los mezcla con ritmos populares colombianos.
Lucia Pulido se encuentra en uno de los momentos mas fructíferos de su carrera. Y con compromisos en y fuera de Estados Unidos, le permiten poco o ningún tiempo de descanso. Sus mas recientes encuentros con el publico nuyorquino se han dado lugar en espacios como Joe’s Pub y Columbia University, donde hizo un concierto de San Valentín. Entre proyectos por grabar y viajes que completar en los próximos meses, Lucía ha participado en  proyectos tan variados como  cantar  en el estudio de danza Merce Cunningham junto con el coreógrafo mexicano Javier Dzul,    conocido por la integración de elementos indígenas dentro de un espacio de danza contemporánea. El marzo pasado, interpretócanciones romanticas o como  bien dice ella “de  despecho” que a su vez  fueron traducidas en movimientos corporales por los bailarines.
Para la presentación en Satalla, Lucia estará acompañada por una banda de músicos conformada por Sebastián Cruz, quien esta a cargo del arreglo musical y guitarra, Luís Bonilla en el trombón, Adam Kolker, clarinete y flauta; y Ted Poor en la batería.
NYR:Cuéntanos sobre tus inicios en Colombia.
LP: Estuve trabajando lo que se llama en Latinoamérica Nueva Canción, textos más bien de corte político y social. Luego, aparece la oportunidad de venir a Nueva York, en un intento de hacer modificaciones a mi carrera ya que la música que hacía y que hago ahora no va por los circuitos comerciales. Colombia no tiene una indústria para sostener mi trabajo. Antes de venir a Nueva York, mi circuito fundamental eran las universidades, las emisoras de radio de orden intelectual. Tuve que empezar a desarrollar a mi propio sonido, trabajar la voz, entre otras cosas. Básicamente fue un proceso de encontrar mi identidad como Lucía Pulido.
NYR:Qué has encontrado en la escena musical latina en Nueva York?
LP: Nueva York es una ciudad demasiado particular, donde hay muchas escenas circulando al mismo tiempo. Aquí están reunidos casi todos los países del mundo; está todo. Hay todos los circuitos posibles, que se conocen más o menos, dependiendo de que en que circuito te muevas tu. En la escena latina hay gente que está muy establecida que han hecho sus carreras desde Nueva York, que salen al mundo y tienen mucho éxito. Nueva York se conoce por dar a conocer muchos de los más grandes exponentes de música latina.
NYR:Te sientes consolidada como artista o deseas alcanzar mayor exposición tanto en Nueva York como a nivel internacional?
LP: Ahora mismo estoy en el proceso de hacer conocer el trabajo en los circuitos donde me muevo. Nueva York no es fácil, es un sitio para aprender, un sitio donde se tienen muchas referencias, donde pasa de todo, y estás expuesto a un sinnúmero de tendencias no solo estadounidenses sino del mundo entero. Todo tipo de influencias llegan y salen de esta ciudad. Es complicado ganarse un espacio, pero no es imposible. Estoy trabajando con músicos que ya están establecidos, que se mueven con diferentes tipos de música, como por ejemplo, el jazz. Eso abre otro tipo de espacio, no solo por el sonido de la música, sino para tocar en otro tipo de escenario. Estoy siempre en proceso de búsqueda para transportarme a otras esferas y así darme a conocer.
NYR:¿Vas a menudo a Colombia?
LP: Trato de ir cada vez que puedo. Sin embargo, por ahora voy a estar donde pueda hacer música. Estoy desarrollando un trabajo aquí que todavía le hace falta ir más lejos. Para mí, lo ideal no sería tener que estar un lugar determinado, sino estar donde quieras estar en este momento.
NYR:Qué tienes en agenda para los próximos meses?
LP: Actualmente estoy desarrollando un proyecto enfocado en música tradicional colombiana. También estoy trabajando en algo completamente diferente que son las canciones de despecho   œbroken heart songs , como le dicen en inglés. Esto me da la posibilidad de cantar de manera distinta, de proyectar mi voz de una forma que la música tradicional colombiana no me permite hacer. Además, empiezo gira por Canadá con un chelista que esta desarrollando un trabajo musical para voz y chelo. Estoy trabajando también en otro proyecto fundamentalmente jazzístico, que se va a presentar en Argentina próximamente e iré a Buenos Aires a grabar. Asimismo, en julio voy a hacer giras por Europa y Canadá y para agosto está abierta la oportunidad de ir a Colombia a varios festivales. Ojalá siga así de ocupada y que se concreten las cosas.
Así concluye Lucía Pulido, esperanzada en que la siembra de su talento le produzca una cosecha de éxitos musicales. Por lo pronto continua elaborando proyectos, desarrollando su canto y sumergida en el constante proceso de creatividad que le exige su carrera para estar vis-á-vis con el arte que la rodea.